El sueño de volar es a menudo la expresión de un deseo mayor: el de poder mirar el mundo desde arriba para descubrir su horizonte y lo que hay más allá.

El espacio es esa última frontera, el límite extremo que muchos de nosotros desearíamos poder ver. Maurizio Cheli es uno de los que han tenido la oportunidad de ir más allá de los cielos: el 22 de octubre de este año, tuvimos el honor de recibirle en la sede de Aviación Profesional en Ozzano nell’Emilia, para hablar de su carrera como astronauta, entre entrenamiento físico y viajes en órbita.

Maurizio Cheli: del espacio al Everest

Resumir la carrera de Maurizio Cheli no es tarea fácil, pero nos gustaría sintetizar aquí los hitos de sus logros más importantes, que le han convertido en un ejemplo de valentía, profesionalidad y orgullo para la industria aeronáutica italiana.

En 1992, tras superar un riguroso proceso de selección en la Agencia Espacial Italiana (ASI), Cheli se incorporó a la Agencia Espacial Europea (ESA). En 1996, a bordo del transbordador espacial Columbia, participó en la misión STS-75 Tethered Satellite, en la que actuó como especialista de misión, es decir, ingeniero de vuelo del transbordador. Prácticamente dirigirá el transbordador en las fases dinámicas del vuelo, lanzamiento y reentrada: es el primer italiano que ocupa este cargo y por ello pasará a la historia.

Como ya hemos mencionado, los logros de Cheli no se detuvieron en la misión espacial: un año después fue contratado por Alenia Aeronautica, obteniendo el puesto de piloto jefe de pruebas para aviones de defensa y se convirtió en responsable del desarrollo operativo del avión de combate europeo Eurofighter Typhoon.

Astronauta, piloto y también empresario: en 2005 fundó CFM Air, una start-up que se ocupa del diseño de aviones de alto rendimiento, y en 2006 creó DigiSky, que desarrolla electrónica para aviones deportivos.

Por si todo lo que hemos relatado hasta ahora no fuera ya impresionante para una sola persona, en 2018 Cheli decidió retarse a sí mismo a otra hazaña: alcanzó los 8.848 metros de la cima del monte Everest.

Toda meta lejana se alcanza tras un largo viaje

Durante la jornada que Maurizio Cheli pasó con nosotros en Aviación Profesional, pudimos escuchar de su boca la apasionante historia de sus hazañas, que le invitamos a descubrir en su biografía «Todo en un instante. Las decisiones que trazan el viaje de una vida»..

Aquí queremos recordar un pasaje importante de su discurso, que describe cuánto esfuerzo, dedicación y trabajo se necesitan para alcanzar los objetivos de los que les hemos hablado hasta ahora:

«En aquel momento de mi vida, pensar en volar en el espacio era un objetivo muy emocionante, igual que lo es para uno querer convertirse en piloto, pero los objetivos hay que planificarlos.

Desgraciadamente, no porque un objetivo sea emocionante lo es también todo lo que tenemos que hacer para conseguirlo. De hecho, a menudo ocurre lo contrario.

Alcanzar un objetivo ambicioso suele requerir una serie de pasos que también pueden resultar repetitivos y tediosos. Pero entonces te das cuenta de que es precisamente en las actividades cotidianas donde construimos un colchón de habilidades, experiencia y determinación que nos permitirá superar las hostilidades: no importa quiénes seamos o lo buenos que seamos, siempre llegará un momento en la vida que nos parecerá más grande que nosotros».

Gracias de nuevo a Maurizio por compartir sus conocimientos y su pasión con nosotros: estamos seguros de que nuestros estudiantes guardarán este encuentro como un tesoro.

La Academia de Aviación Profesional organiza cada año iniciativas como ésta para difundir la cultura aeronáutica y promover el vuelo en todas sus formas. Síganos en nuestros canales sociales para estar al día de nuestras actividades y eventos.