Vuelo 447 de Air France: un accidente aéreo que podría haberse evitado

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La noche del 1 de junio de 2009 en el vuelo Air France 447 del aeropuerto Galeão de Río de Janeiro al Charles de Gaulle de París iban 216 pasajeros, 9 auxiliares de vuelo y 3 pilotos: en la cabina el comandante de vuelo era Marc Dubois, de 58 años, un veterano con más de 11.000 horas de vuelo. Sus copilotos eran David Robert, de 37 años y 6.000 horas de vuelo, y Pierre-Cédric Bonin, de 32 años y 3.000 horas de vuelo.

El vuelo 447 de Air France nunca llegó a París, pero se estrelló a las pocas horas de despegar sobre el Océano AtlánticoNo hubo supervivientes y sólo después de dos años pudieron recuperarse los cuerpos de las víctimas, ya que el pecio alcanzó una profundidad de 4.000 metros, mayor incluso que aquella en la que yace el Titanic.

El accidente aéreo que afectó al vuelo Río de Janeiro – París fue objeto de una de las investigaciones más difíciles de la historia de la aviación civil: la complejidad del caso radicaba en determinar la causa, que en un principio parecía atribuible a la compañía aérea y a la aeronave, a Airbus A330-200.

La investigación, que duró un total de tres años (de junio de 2009 a junio de 2012), se vio obstaculizada por la falta de relatos de testigos presenciales y de rastros de radar fiables, pero sobre todo por la dificultad de recuperar los restos del avión y las cajas negras. Cuando se obtuvieron en mayo de 2011, lo que desgraciadamente se puso de manifiesto fue que el error humano había desempeñado un papel preponderante en la causa del accidente.

Una cadena de decisiones del piloto llevó al vuelo 447 de Air France a estrellarse en la superficie del océano: tratemos de analizarlas una por una.

¿Quién estaba en la cabina?

En los momentos previos al accidente, el avión estaba siendo pilotado por dos copilotos, mientras que el capitán abandonó la cabina para ir a descansar. Nada extraño: lo normal es que el comandante deje el pilotaje a los demás pilotos, aunque en algunos países las normas prevén una plantilla con dos comandantes que pueden así turnarse.

Cuando el vuelo 447 de Air France entró en la zona de convergencia intertropical a una altitud de unos 35.000 pies (10.668 m), estaba bajo control del piloto automático. Los pilotos, informados de turbulencias a lo largo de la ruta, decidieron cambiar ligeramente el rumbo a la izquierda. Se trata de una condición meteorológica frecuente en esas zonas, pero los dos pilotos, menos experimentados que el comandante, probablemente prefirieron un rumbo más tranquilo.

Del piloto automático al vuelo manual

Sin embargo, no fueron las turbulencias las que crearon los verdaderos problemas, sino un pequeño factor desencadenante: durante el vuelo, los pilotos se dieron cuenta de que la instrumentación indicaba unas valores anormales de velocidad y como ocurre en estos casos, la aviónica desconectó el piloto automático y los pilotos tuvieron que tomar los mandos del avión.

¿Qué estaba pasando? La velocidad de un avión se mide mediante tubos de Pitot, un instrumento colocado en el exterior del avión que, sin embargo, puede obstruirse: los del vuelo 447 empezaron a funcionar mal debido a la formación de hielo que provocó su obstrucción.

Probablemente los pilotos, al ver que la instrumentación indicaba una anomalía, quizás una pérdida de altitud, para evitar un descenso, optaron por tirar del stick y hacer un giro. Esto probablemente provocó la entrada en pérdida de la aeronave, ya que el perfil del ala superaba el ángulo crítico de incidencia.

Confusión en la cabina

A las 02:10:51 sonó la alarma de entrada en pérdida durante 74 segundos: el avión empezó a perder altitud de forma significativa, entre 10.000 y 15.000 pies por minuto. En la cabina, a los dos copilotos, probablemente en un estado de confusión total, se unió el capitán que, sin embargo, probablemente no intervino en el palo: el Sistema de alerta de proximidad al suelo activado a las 02:14:16, y sólo 4 minutos y 18 segundos de desconectar el piloto automático, el avión se estrelló en el océano a 293 km/h.

En realidad, la situación de anomalía de los instrumentos debida a los tubos de Pitot no era nada excepcional para un piloto experimentado, que sabe que en tales casos no se debe intervenir en la actitud del avión a menos que no haya peligro directo.  Y también se podría haber actuado en los minutos siguientes a la decisión de tirar del stick, bajando de nuevo el morro del avión.

La investigación estimó que la aeronave impactó contra la superficie del océano con un ángulo de actitud de unos 40° con el morro hacia arriba, lo que indica una entrada en pérdida profunda nunca recuperada por los pilotos, que nunca se dieron cuenta de lo que estaba ocurriendo.

El accidente del vuelo 447 de Air France planteó interrogantes a los que la Agencia Europea de Seguridad Aérea (AESA), la autoridad aeronáutica europea, tuvo que dar respuesta. En particular, se planteó la cuestión de si los pilotos de líneas aéreas, a estas alturas acostumbrados y obligados al uso intensivo del piloto automático y otros automatismos a bordo, seguían poseyendo las habilidades necesarias para reconocer una situación de vuelo anormal y remediarla aplicando la maniobra de recuperación correcta. A raíz de las revelaciones resultantes de la investigación técnica del accidente, se modificaron los requisitos para obtener y mantener una licencia de piloto de línea aérea, introduciendo los elementos necesarios para apartarse de actitudes inusuales, no sólo durante la carrera operativa del piloto, sino también al principio de su formación en las escuelas de vuelo.

A partir de 2020, en Aviación Profesional hemos introducido en nuestro programa de licencias ATPL la certificación deUpset Prevention and Recovery Training (UPRT), es decir, el programa de adquisición de las técnicas para volver a poner la aeronave en el buen camino desde las situaciones «inusuales » en las que se puede encontrar un piloto. El objetivo del curso es proporcionar a los cursillistas la formación necesaria para intervenir en caso de vuelco anormal, superando así el problema de inexperiencia que causó problemas a los dos pilotos del vuelo 447 de Air France.

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