La mayoría de las veces, todos los aeropuertos nos parecen más o menos iguales: pistas, terminales, cintas de equipaje, aparcamiento, algunas tiendas y el ajetreo cotidiano. Pero en algunas partes del mundo, los ingenieros han tenido que ingeniárselas para construir aeropuertos que casi desafían las leyes de la física y, a veces, incluso el sentido común.

Hablamos de aeropuertos que también pueden estar muy concurridos y en los que aterrizar puede ser toda una proeza, pero que siguen teniendo un gran atractivo para los visitantes y para nosotros, los pilotos.

Aeropuerto de Gibraltar – Gibraltar

Para los automovilistas que circulan por la avenida Winston Churchill de Gibraltar, no es infrecuente verse detenidos en el tráfico debido al paso de un avión. De hecho, el aeropuerto de Gibraltar se cruza con esta misma carretera principal, que se cierra durante los aterrizajes y despegues de los aviones. Ya no te quejarás tanto del tráfico, ¿verdad?

Aeropuerto de Gisborne – Gisborne, Nueva Zelanda

En Nueva Zelanda, sin embargo, quisieron «hacerlo mejor» que Gibraltar y dejaron que una línea de ferrocarril, la Palmerston North-Gisborne Line, atravesara libremente la pista principal del aeropuerto de Gisborne. Sin duda, la vista desde los vagones de tren debe de ser realmente impresionante.

Aeropuerto Don Mueang – Bangkok, Tailandia

Y después de trenes y carreteras, ¿por qué no construir también un campo de golf en medio de la vía? El aeropuerto de Don Mueang se parece a cualquier otro aeropuerto de tamaño medio del mundo hasta que se mira más de cerca: justo entre dos pistas hay un campo de golf. Obviamente, los golfistas no pueden jugar cada vez que aterriza un avión, pero si es aficionado a este deporte y busca un campo exclusivo, ¡éste es sin duda para usted!

Aeropuerto de Kansai – Osaka, Japón

El aeropuerto de Kansai, en Osaka, es el primero del mundo construido en una isla completamente artificial. La isla tiene 4 kilómetros de largo por 2,6 de ancho y dos desniveles de más de 3.500 metros.

Aeropuerto Cristiano Ronaldo – Santa Cruz, Madeira, Portugal

Y si hablamos de instalaciones de ingeniería de vanguardia, no podemos dejar de mencionar la pista del aeropuerto de Madeira. Se alza sobre una plataforma, en parte sobre el océano, sostenida por 180 columnas de unos 70 metros de altura cada una. Esta estructura sirvió para alargar la vía original, que, al ser muy corta, provocaba a menudo accidentes, algunos bastante graves y mortales.

Aeropuerto Princesa Juliana – San Martín, Países Bajos

El aeropuerto Princesa Juliana se ha hecho mundialmente famoso no por sus instalaciones y comodidades, sino por un sinfín de fotos y vídeos que circulan por la red en los que se ve a los turistas de esta isla caribeña tumbados en la playa con un avión volando a pocos metros sobre sus cabezas.

Justo antes de aterrizar, los aviones de este aeropuerto sobrevuelan una playa pública de la costa del mar Caribe a muy poca distancia del suelo.

 

Campo de Hielo Barneo, Polo Norte

Parece el escenario de una película, pero en realidad este aeropuerto está construido sobre una capa de hielo a la deriva y sólo está abierto al tráfico aéreo durante cuatro semanas al año.

Aeropuerto de Tenzing-Hillary – Lukla, Nepal

Escalar el Everest es una hazaña emocionante en sí misma, pero para todos aquellos que deciden desafiar al gran gigante de la Tierra, primero hay que enfrentarse a los peligros del aeropuerto de Lukla.

De hecho, se considera el aeropuerto más peligroso del mundo, porque además de estar a gran altitud, tiene una pista muy corta, montañas a su alrededor y está sujeto a cambios periódicos de visibilidad.

Sin embargo, es el aeropuerto desde el que despegan todos los helicópteros hacia los campamentos base que albergan a los montañeros listos para partir en expediciones al Everest, y por tanto una parada prácticamente obligatoria: ¡aquí es donde se experimenta por primera vez la emoción de la montaña!

¿Le han impresionado estos aeropuertos? ¿Ya los conocía?