Por qué una puesta de sol vista desde un avión es tan espectacular

Ver un atardecer o un amanecer desde la cabina es un espectáculo que difícilmente deja indiferente: colores brillantes y un horizonte tan amplio que deja sin aliento. Pero, ¿por qué una puesta de sol vista desde arriba es tan diferente de lo que vemos normalmente cuando tenemos los pies en el suelo?

Vayamos por orden y tratemos primero de entender qué es realmente la luz solar.

Amanecer y atardecer: cuestión de olas

La luz solar, o luz visible, es una porción del espectro electromagnético visible para el ojo humano entre 400 y 700 nanómetros de longitud de onda. Si imaginamos este espectro dividido, obtenemos los colores que comúnmente asociamos con el arco iris. Cada color visible tiene una longitud de onda diferente a lo largo del espectro. La luz azul tiene la longitud de onda más corta, 300 nanómetros. La luz roja es la más larga, con 700 nanómetros.

Cuando la luz visible atraviesala atmósfera terrestre, las pequeñas partículas del aire pueden dispersar las longitudes de onda más cortas. Por eso, durante el día, la luz azul es la principal longitud de onda, mientras que los colores del cielo cambian por completo cuando el sol está bajo durante el amanecer o el atardecer.

Puestas de sol y dispersión de la luz

Se trata del fenómeno de
«dispersión».
es decir, la dispersión óptica de la luz, que provoca las puestas de sol coloreadas. Cuando el sol está bajo en el horizonte, es decir, durante el amanecer y el atardecer, su luz atraviesa una atmósfera más densa que durante el día. Para el espectro electromagnético de la luz, esto significa que el camino hasta nuestros ojos es más largo, por lo que toda la luz azul y violeta se dispersa, mientras que los demás colores siguen su camino.

Por eso las puestas de sol suelen ser amarillas, naranjas y rojas. El rojo tiene la longitud de onda más larga de todas las luces visibles, por eso el sol puede parecer rojo cuando se sitúa en la línea del horizonte.

¿Por qué algunas puestas de sol son más coloridas que otras?

Según National Geographic, es posible ver puestas de sol más o menos intensas dependiendo de la estación. En el este, el otoño y el invierno crean puestas de sol increíbles porque el aire tiende a ser más seco y limpio desde la trayectoria de la luz solar. En cambio, la contaminación tiende a hacer más pálidos y tenues los colores de las puestas de sol debido a las partículas presentes en la atmósfera. Y, en general, los lugares con mucha niebla tienen puestas de sol menos espectaculares y románticas.

Por qué las puestas de sol son tan bonitas vistas desde arriba

Todo piloto lo sabe: cuando se vuela a través de las capas de la atmósfera durante el despegue o el descenso, se pueden presenciar las más bellas puestas de sol. Todo gracias a las nubes: cuando la luz del sol penetra entre las capas de nubes, rebotando en su superficie reflectante, intensifica aún más los colores de la puesta de sol.

Ser piloto permite vivir experiencias únicas y presenciar espectáculos de la naturaleza que sólo son visibles para quienes surcan los cielos.